Análisis de la serie Irma Vep de HBO
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HBO nos ofrece una serie muy interesante, convertida a pocos días del estreno en serie de culto, explorando el lenguaje cinematográfico y las turbulencias del proceso creativo. Una joya que pese a su escasa publicidad mediática, se ha convertido en una de las series más interesantes de 2022. Aquí tenéis la crítica de la serie Irma Vep.
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Explicación de la serie Irma Vep
Es complicado hablar o incluso hacer un visionado de la serie Irma Vep si no se conoce el universo temático sobre el cual gira toda la trama. La serie es una especie de rompecabezas a modo de muñeca matrioska en la que vamos profundizando en capas complejas conforme avanzamos en cada episodio.
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La serie original: Les Vampires
El universo de Irma Vep se basa en una serie real en blanco y negro que se emitió en 1915. Sí, en esa época ya se producían las primeras series, a modo de películas de larga duración expuestas en un formato por entregas (a modo de episodios). Era la respuesta del cine a las conocidas novelas decimonónicas que se leían por entregas semanales.
La película (o serie) tuvo una duración de 420 minutos divididos en 10 episodios. Contaba la historia de una ciudad de París aterrorizada por las fechorías de una organización criminal denominada «Les Vampires», los cuales perpetraban robos, secuestros y todo tipo de actos terroristas, incluso asesinatos.
Su líder era el Gran Vampiro y su mano derecha la intrépida Irma Vep, un anagrama de la palabra «V-a-m-p-i-r-e». Siempre embutida en su mítico mono negro. La película estuvo dirigida por Louis Feuillade.
La serie se considera una de las grandes joyas del cine mudo europeo, por la temática arriesgada y su particular forma narrativa.
La estrella de la cinta fue la actriz Musidora, que interpretó a esta antiheroína llamada Irma Vep. Jeanne Roques, conocida por el pseudónimo de «Musidora», fue una de las primeras grandes divas de la historia del cine. Adoptada por los cineastas surrealistas como una de sus musas. Probablemente, una de las primeras «mujeres fatales».
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El remake de Olivier Assayas
En 1996 el cineasta Olivier Assayas (Cold Water, Demonlover, Personal Shopper) decide crear una suerte de remake de la cinta muda.
Más que un remake es un acercamiento contemporáneo al clásico en blanco y negro, pues la película cuenta la historia de un director ficticio que quiere hacer un adaptación de la película Les Vampires.
Así pues, tenemos cine dentro de una película de cine. El personaje de ese director ficticio responde a los tormentos y preocupaciones del propio Oliver Assayas, así que casi es una película autobiográfica del propio Assayas.
La película de 1996 reflexiona sobre la decadencia del cine francés tras el final de la exitosa época del cine francés de la Nouvelle Vague («La nueva ola»). La Nouvelle Vague francesa supuso un interesante movimiento cinematográfico (impulsado por la revista de cine Cahiers du Cinema) el cual proponía romper los convencionalismos del cine más taquillero o comercial.
Algunos de sus exponentes como Goddard, Chabrol, Rohmer o mi idolatrado Truffaut derribaron las estructuras clásicas del cine de masas a través de la libertad de expresión (tocaron temas sociales que hasta ese momento no interesaban a la industria del cine) y la libertad estructural o narrativa (los actores miraban o hablaban a cámara, el uso del travelling, primerísimos planos, gusto por la exquisitez fotográfica de cada plano, flashbacks y saltos temporales…).
Así, en la película de Assayas de 1996, el cineasta trata de hablar de temas que le interesan utilizando como vehículo al director ficticio que aparece en el film.
Se muestran los miedos e inseguridades del propio Assayas, al tiempo que realiza una interesante reflexión sobre la agonía del cine francés, incapaz ya de crear algo tan bueno como las películas de la Nouvelle Vague o la propia película de Les Vampires de 1915.
El actor que hace las veces de director (alter ego de Assayas como director) es, curiosamente, uno de los rostros más reconocibles de la Nouvelle Vague: Jean Pierre Léaud, actor fetiche de Truffaut en la imprescindible y brillante tetralogía sobre el mítico personaje de Antoine Duhamel (Los 400 golpes, Besos robados, Domicilio conyugal y El amor en fuga) y otras películas de la época.
Para la actriz, se necesitaba alguien capaz de sustituir a la mítica actriz Musidora. Se optó por la estrella internacional Maggie Cheung: una actriz surcoreana que representaba a la perfección la globalización del cine del momento, marcado por grandes producciones internacionales.
La actriz Maggie Cheung se casó en la vida real con Olivier Assayas. Ambos tuvieron una complicada relación amorosa que terminó en divorcio y que marcó profundamente a Olivier Assayas, lo que le llevó a volver a enfrentarse a sus tormentos en un nuevo producto: la serie Irma Vep de HBO.
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La serie de HBO: Irma Vep (2022)
En esta ocasión, Oliver Assayas vuelve a enfrentarse a la película clásica de 1915 Les Vampires. Lo hace con una nueva vuelta de tuerca, básicamente para superar el duelo de su ruptura con la actriz surcoreana.
En esta ocasión no critica al cine francés y su escasa originalidad, sino reflexiona sobre el papel de las series de televisión y la proliferación de las plataformas de streaming.
Paradójicamente, para criticar la mediocridad y excesiva cantidad de series que hay hoy en día utiliza el formato de una serie de televisión.
Muchos críticos coinciden con Assayas en que la denominada Tercera edad de oro de las serie (Los Soprano, The Wire, Breaking Bad, Mad Men, Dexter, Deadwood, Lost) ha concluido, dando paso a una época en la que parece primar la cantidad sobre la calidad.
Irma Vep la serie de HBO
La serie de HBO cuenta cómo es el proceso creativo de un director al afrontar la producción de una serie de televisión.
En esta ocasión, tras Musidora y Maggie Cheng, la actriz elegida ha sido Alicia Vikander. Una actriz que también encaja perfectamente en el componente emocional que habían tenido las actrices anteriores: Vikander representa a esa mujer que siempre ha sido relegada a papeles de chica mona y que ha sido tentada para grandes producciones de Hollywood, pero que quiere reivindicarse con papeles más importantes y artísticos.
De hecho, Vikander ha reivindicado a las mujeres en más de una ocasión y a través de múltiples entrevistas en la vida real.
Como véis, en la serie de Irma Vep (así como en los productos anteriores) la realidad y la ficción van de la mano. Porque el personaje ficticio de Vikander muestra a una actriz de Hollywood que está harta de las grandes producciones de superhéroes.
El traumático tema de la separación de Assayas y Cheung también se refleja en la serie de HBO. La protagonista atraviesa un complicado proceso de ruptura con su pareja, lo cual permite a Assayas cerrar las heridas de su matrimonio fracasado en la vida real.
Deconstruyendo la industria televisiva
En la serie Irma Vep, el cineasta Olivier Assayas utiliza la serie para hablar de diversos temas.
Por ejemplo, lo complicado de los rodajes y la intrahistoria compleja que deben superar muchos de ellos. Para los cinéfilos supone todo un descubrimiento, ya que se percibe de forma muy fiel cómo es un rodaje en la vida real. Algo parecido a lo que vimos en la sensacional película de Truffaut La noche americana.
Observamos los caprichos de las estrellas, los problemas de producción, coqueteos con las drogas, la doble moral esgrimida en las redes sociales cuando se tocan temas delicados o hay escenas de sexo…
También se reflexiona, como decía, sobre el actual momento de las series de televisión y las plataformas. De hecho, los personajes debaten durante sus largas reuniones y fiestas sobre cine y televisión, incluso realizan varios chistes cargados de cinismo e ironía sobre el tema, esto es, Assayas riéndose de la industria de las series al tiempo que en la realidad elige el formato de una serie en la plataforma de HBO.
Así pues, la serie es un compendio de géneros: comedia, drama. Incluso se atreve con algunos toques fantásticos o sobrenaturales cuando Vikander se mete tanto en el personaje de Irma Vep que no duda en calzarse el carismático mono negro que siempre luce la protagonista para trepar por los muros del hotel en el que se aloja el equipo para espiarles, incluso atravesando muros. El espíritu de la actriz surcoreana también hace acto de presencia en algunas escenas, que componen un diálogo de Assayas con él mismo y con su exmujer.
Reparto de Irma Vep
Además de la mencionada Alicia Vikander, pluscuamperfecta como siempre. El personaje del director en esta ocasión recae en el actor Vincent Macaigne, el cual con su carácter endeble muestra a la perfección las dudas del propio Assayas.
Además, algunos cameos como el de Kristen Stewart (Crepúsculo) que parece reírse de sí misma en un papel que no sabemos si es realidad o ficción.
También rostros conocidos como el de Tom Sturridge (el Sandman de Netflix) o Adria Arjona, una de las chica de moda ahora mismo en la industria, a la que hemos visto en la serie Andor, haciendo la amante despechada de Vikander.
También resulta interesante el papel de la modelo y actriz Devon Ross que en la serie reivindica su papel como profesional queriendo abandonar su labor de representante para convertirse en directora de cine.
Con la serie Irma Vep de HBO Assayas cierra de forma magistral su estudio sobre el cine y la televisión, así como sus tormentos como artista, el terror a la página en blanco y su redención tras sus rupturas amorosas.
Una serie original y controvertida, que no te dejará indiferente, cargada de un toque melancólico que recuerda al mejor cine francés. En definitiva, una joya de 8 episodios de HBO para los verdaderos amantes del séptimo arte.
