Series míticas de ayer y nunca: Baywatch

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que no se los cree ni el que los ha escrito.

Los vigilantes de la playa y la revolución del Slow-Motion

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Inauguramos nueva sección en Seriemaniac aprovechando que el director está despistados y posiblemente de resaca: Series míticas de ayer y nunca.

Una sección fresca y diferente en la que recuperamos series míticas con las que hemos crecido y que quizá encerraban algo más de trasfondo de lo que pensábamos, o quizás solo fuese casualidad, ya sabéis aquello de que incluso un reloj roto da la hora correcta dos veces al día.

Pocas sintonías de series se reconocen en sólo cuatro notas con tanta facilidad y rapidez como con la intro de Los vigilantes de la playa. Seguro que ahora mismo, al empezar a leer este artículo, la estáis tarareando. Y si no, es que tenéis menos de treinta años. A mi se me ha erizado hasta el vello al recordarla. Esa sensación de nostalgia y emoción sólo se recupera con series míticas de ayer y nunca.

Todo, absolutamente todo en esa intro estaba diseñado para embriagar. El atardecer californiano y la aguerrida ola con la que abren la escena, el vigilante observando el horizonte silueteado por el vuelo de las gaviotas, las playas masificadas de Malibú y Santa Mónica, los surfistas rompiendo olas, los culos rompiendo cuellos y por supuesto… El torso hercúleo de David Hasselhoff.

Para que disfrutéis como nunca, os dejamos este videoclip completo del tema principal de la serie, I’m Always Here (o como la conocíamos en España: ‘Sofifumí, dejé sombare’), con Jimi Jamison, el cantante y compositor dándolo todo. Podéis tocaros mientras la véis, yo lo haría, lo hice.

Recuerda que tenemos más análisis sobre series clásicas en nuestra sección: Series antiguas.

Pero todo ello quedaba sencillamente obnubilado por el majestuoso uso de la cámara lenta.

Desde que en 1904 el austríaco August Musger inventara este método, ha sido utilizado habitualmente en producciones cinematográficas o videos musicales. Tarantino, Michael Bay, Guy Richie o Zack Snyder son proclives y maestros en su uso. Sin embargo, muchos aseguran que Brian de Palma, con Los intocables de Eliot Ness, fue quien lo puso de moda y quien hizo de ese recurso un método narrativo en sí mismo.

Nada más lejos de la realidad. Lo cierto y verdad es que es en Baywatch donde esta forma de rodaje cobra todo su sentido y esplendor. Es Michael Berk, el creador de esta mítica serie de los noventa (estrenada en 1989 en Estados unidos) quien acentuó su significado, quien supo poner la atención del slow-motion donde correspondía. Concretamente en el voluptuoso y acolchado movimiento de senos de Pamela Anderson, Yasmine Bleeth, Lina Lee Nolin e incluso los de David.

No es un mero recurso publicitario superficial. Es mucho más, ese movimiento es como el baile de una ola rompiendo en la orilla, chocando de frente en nuestras vidas. Una tremenda metáfora de la serie.

Porque amigos, Los vigilantes de la playa no solo eran una suerte de muchachos y muchachas vestidos de bañador y bikini rojo portando flotadores que parecen el escudo de Black Panther en rojo. No, eran el ejemplo de la américa que todos queremos imaginar. Cuerpos esculpidos al viento y al sol, héroes que velan en la sombra por nosotros y que no dejan que nos ahoguemos nunca.

Es el sueño americano, la tierra donde donde todo es posible si te esfuerzas lo suficiente, si nadas más allá de lo que tus brazos y Donald Trump te permiten.

La prueba irrefutable está en esos picados que hacían flotador en mano desde la orilla, desde el barco, varios cientos de metros antes de llegar a la víctima, o desde el acantilado más peligroso de la bahía. Dejaban de lado sus miedos para protegernos, lanzando un mensaje de valentía, de sacrificio y de honor.

Además, la serie se preocupa por mostrar una estructura jerárquica de mando. Piezas que engranan a la perfección y que dependen la una de la otra. Pese a la existencia de rangos, el escalafón más bajo es igual de importante que el más alto. Un subversivo y grandioso espíritu social y político el que nos querían enviar a nuestras casas mientras disfrutábamos de acción, amor, drama, emoción y comedia.

Pocas series de TV aúnan con tanta vitalidad y eficacia un abanico tan amplio de géneros.

Puede que esa fuese la razón por la que aguantó doce años en pantalla. 11 temporadas y 243 episodios demuestran que Baywatch es una serie inolvidable. Al igual que los numerosos personajes que desfilaron durante las diversas temporadas. Cody Madison, Stephanie Holden, C.J. Parker, Shauni, Caroline, Billy Warlock, Logan o Newman entre otros conformaban un reparto, algo escaso en cuota racial por otra parte, envidiado por toda una generación.

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Todos ellos comandados por el gran Mitch Buchannon. David Hasselhoff dejó atrás el chulazo y cañalla justiciero de Michael Knight para convertirse en el hombre recto y respetado que ejercía de padre y amigo de niños y adultos. Un gran héroe americano, el Superman de las playas de California.

Tened en cuenta que en aquellos años Melrose Place y Sensación de vivir eran una terrible competencia para Baywatch, pero esta última tenía los ingredientes exactos que la convertían en algo adictivo e hipnótico. Todos estáis pensando lo mismo que yo: correr por la playa nunca ha sido tan excitante como en Los vigilantes de la playa, y más a cámara lenta.

La enbestida de su ola no horadó únicamente la playa de Santa Mónica. Fue más allá. En la décima temporada la serie se movió a Hawai (Baywatch Hawai). Además, paralelamente se añadieron otras versiones como Baywatch Nigth, un spin-off que nos mostraba las aventuras detectivescas nocturnas de Mitch.

Ya en 2017 se hizo irresistible para Dwayne Jhonson el proyecto de largometraje, en el que no pudo faltar el cameo de alguno de los personajes emblemáticos de la serie original.

Pero, como soy muy purista con estas mierdas, me quedo con la primera temporada original, como me sucedió con Gran Hermano, True Detective o La primera temporada de Ronaldo en el barcelona. En fin, la vida que nos pone en estas tesituras.

Por cierto, para los más curiosos, La canción original de la primera temporada emitida en NBC era «Save Me», interpretada por Peter Cetera, con Bonnie Raitt en la guitarra y Richard Sterban, cantante de The Oak Ridge Boys, fue uno de los coristas.

Tal que esta…

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