Crítica sin spoilers de la serie Snowpiercer

Analizamos los primeros episodios de la serie snowpiecer

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No es precisamente la nieve lo que hace descarrilar este convoy.

Cuando pienso en series que hayan sido adaptadas de películas de forma acertada, me viene a la cabeza Fargo, Hannibal o Cristal Oscuro, por ejemplo. Ahora bien, en ningún momento creo que se nos ocurrirá mencionar Snowpiercer en ningún top, a juzgar por lo visto hasta ahora. Tras ver los primeros episodios, os dejamos nuestra crítica de la serie snowpiercer.

Está nueva aventura de TNT (que Netflix distribuye internacionalmente) es una adaptación de mercadillo, y me apena decirlo, porque había depositado bastantes esperanzas en esta adaptación de la magistral película de Bong Joon-Ho (Parásitos). De hecho, así hablábamos de ella hace unas semanas: Todo sobre la serie Snowpiercer.

Este tren no alcanza la velocidad cinematográfica de la obra del director coreano, está vez ‘mero’ productor.

Se nota que no haya puesto su mente y mano en guion o dirección. No obstante, viendo los directores que han intervenido en la serie, en especial Graeme Manson (Orphan Black) y James Hawes (Black Mirror) se me hace extraña tanta bisutería en la edición, lenguaje visual, estructura narrativa o en los irrelevantes diálogos.

Parece que el cineasta se encuentra más motivado con el contrato que ha firmado con HBO para desarrollar algunos proyectos de forma más personal, entre ellos, la adaptación de su galardonada cinta Parásitos. Y es que ahora mismo, HBO resulta mucha más atractiva que TNT o la propia Netflix, que sigue dando palos de ciego en una apuesta clara por la cantidad en lugar de la calidad.

En la serie Snowpiercer falta de todo, si lo que esperamos es revisionar el Rompenieves de Bong Joon-ho o incluso la novela gráfica en la que está basada la historia.

Para colmo los personajes carecen de fuerza y personalidad suficiente como para causar empatía en el espectador y, salvando a duras penas a Jennifer Conelly (con su eterna mirada seductora), los actores y actrices tampoco hacen nada por remediarlo.

La lucha de clases ha existido y existirá en cualquier distopía que se precie, en este caso: los vagones de un gigantesco ferrocarril que recorre un planeta congelado donde es imposible la vida, resultan la excusa perfecta para una estructura jerárquica llena de desigualdades, dramas, crímenes e injusticias; pero este tren descarrila en sólo dos episodios:

«No acaba de acelerar lo suficiente y puede que el tramo se acabe antes de llegar a la estación».

Lo complicado va a ser volver a subirse a él en el tercer episodio, el cual se emite la próxima semana, ya que se ha optado por lanzar una locomotora de dos capítulos para tratar de enganchar al ansioso espectador, a partir de ahora se verá un nuevo episodios cada lunes.

Netflix, que siempre se ha caracterizado por estrenar temporadas completas, se une en este periodo de alarma en el que nos encontramos, al modus operandi de otras plataformas como HBO o AppleTV.

Así que opta por estrenar un episodio nuevo cada semana, después de que se estrene 6 días antes en Estados Unidos en TNT. Podría haber optado por repetir modelo como en otras series ajenas, las cuales estrena de forma completa, pero las negociaciones con TNT han sido duras y de esta forma se trata de luchar contra la piratería.

En el caso de otras producciones como The Sinner (USA Network) se prefiere esperar unos meses y estrenar la temporada completa. Aunque cada negociación con las cadenas es un mundo, y los flecos de los contratos deben ser infinitos.

¿Una estrategia buena o mala? Pues depende, supongo, de la serie en cuestión y del momento en cuestión. Esta vez, creo que hierran en las dos cosas, pese al ejercicio de promoción tan intenso que han venido haciendo de esta serie que se postulaba como una de las más esperadas del año. Y lo cierto es que lo tenía todo para serlo, pero… Se han olvidado de lo principal. Que la serie sea buena.