Cristóbal Terrer habla sobre la serie documental Making a murderer en una entrevista para la revista SEMANA

Este post es el extracto de una entevista que la revista SEMANA me ha hecho recientemente, con motivo del revuelo mediático que la serie Making a murderer está provocando. Si eres fan de Netflix, y te interesa los experimentos televisivos, no te puedes perder esta serie documental de la que todo el mundo habla.

  1. Muchas personas han comparado Making a murderer con ‘The Jinx’ y ‘Serial’. Está de acuerdo con eso. ¿Cuál cree que son las diferencias?

Bueno en lo que se refiere al trasfondo y a la coyuntura social que tratan de narrar, los parecidos son claros. Además a las tres series se les ha acusado de partidistas y de mostrar los hechos de una forma subjetiva para remover la conciencia del espectador.

No obstante, las diferencias son claras. The Jinx es la que más perspectiva trata de tomar sobre el asunto, y la que se basa en un personaje presuntamente culpable que está en libertad. En las otras dos sucede al revés, se trata de liberar a dos personas culpables pero que presumiblemente pueden ser inocentes.

Por otro lado, hay una clara diferencia en la forma de contar esas historias que a priori son muy parecidas, desde el caos de informes y testimonios presentados en forma de podcast en “Serial”, al rigor informativo, pero sobre todo narrativo de dos gigantes como son Netflix (Making a Murder) y HBO (The Jinx).

  1. ¿Qué piensa acerca del éxito de esta serie y de las reacciones del público en las redes sociales y el movimiento para apoyar a Mr Avery?

Creo que las redes sociales se han convertido en un altavoz de la masa, con sus defectos y sus virtudes. Pero desde luego es una forma tan válida como otra cualquiera para que la gente que no puede acceder a los medios de comunicación masivos, exprese libremente su opinión. Todo lo que sea mantener la libertad de opinión debe ser bien recibido, si bien es cierto, que muchos se ocultan tras la tranquilidad de sus perfiles para cometer verdaderas indecencias lingüísticas.

En el caso de “Making a Murderer” las redes sociales han servido para que la gente tome conciencia de algunos hechos e historias que nunca llegarían al gran público de no haberse convertido en virales. Si eso apoya a una buena causa, a no tomar nada como cierto, o ayuda a dar notoriedad a determinadas situaciones, bienvenido sea. Al menos, con las tres series se han puesto en duda algunos hechos y algunas instituciones, y eso siempre es bueno.

  1. ¿Por qué cree que esta serie merece ser vista?

Desde hace tiempo, en mi blog Seriemaniac, animo a que cualquier persona vea cualquier serie de Netflix. Creo que la plataforma (que recién ha aterrizado en España) es una de las productoras que mejor está haciendo las cosas y que mejor sabe tratar a sus productos. (House of Cards, Orange is the new black, Marco Polo, Daredevil, Narcos). Además el hecho de que no sea un canal de cable al uso, permite poder experimentar en nuevas áreas como así se ha demostrado en el caso de “Making a Murderer”.

Si eres un seriéfilo empedernido, siempre es interesante ver una serie diferente, y Making a Murderer, lo es sin duda.

  1. ¿Qué le gustó y qué no de la serie?

Personalmente, para mí las series son una vía de escape de la realidad, así que a priori siempre prefiero las historias de ficción, las historias que me trasladan a otros mundos o a otras situaciones.

Desde luego, la labor de investigación que se ha ido realizando durante 10 años, es digna de alabanza y eso se nota en la calidad del producto final. Asusta ver como normalmente, la realidad siempre supera la ficción.

  1. ¿Cree que es el momento de los documentales?

Puede que sí, aunque no creo que lleguen al nivel de audiencia y mediático que las series 100% de ficción.

Así que antes que este tipo de series documentales, prefiero ser edulcorado con elementos de ficción que también me ayudan a reflexionar y a plantearme el sistema. Por ejemplo, Narcos, que tiene la forma de un pseudo documental, que también pertenece a Netflix, pero que cuenta con una producción ficcionada. Sin duda lo prefiero. O dentro de esta propia temática, tenemos la serie Rectify que prácticamente nos cuenta el mismo caso que el de Steven Avery.

En cualquier caso, prefiero disfrutar con la crítica velada y reflexiva de series como The Wire o House of Cards por citar algunas, que igualmente nos muestran los entresijos del sistema.

  1. ¿Qué cree que hace que una saga documental sea tan exitosa como una de ficción?

Creo que el éxito radica claramente en el cuidado por una producción brillante y trabajada. Estamos hablando de series que están respaldadas por Netflix o HBO y eso son palabras mayores.

Además, el espectador siempre ha sentido curiosidad por espiar desde la tranquilidad del salón de su casa, lo que le ocurre a otras personas, personas que se parecen mucho a ellos mismos, con sus defectos, sus virtudes, sus miedos y deseos. Creo que eso es lo que nos atrapa. El pensar: ¡Eso me podría pasar a mí!

Estamos en una nueva edad de oro de las series, pero sobre todo en la edad del triunfo del antihéroe y de la familia fragmentada. Si te das cuenta todos los protagonistas de nuestras series actuales son personajes perdidos, que tienen un lado malo o turbio que nos atrae, ese “oscuro pasajero” del que nos hablaba Dexter. Es la era de los Don Draper (Mad Men), Jax Teller (Sons of Anarchy), Fran Underwood (House of cards), Sarah Linden (The Killing) o como no, Walter White (Breaking Bad).

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