Un nuevo mundo de Stéphane Brizé

  • Título: Un nuevo mundo
  • País: Francia
  • Director: Stéphane Brizé
  • Fecha: 2022
  • Plataforma: Filmin

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Sinopsis de Un nuevo mundo

Un directivo de una gran empresa, su mujer y su familia; en un momento en que sus elecciones profesionales afectan a la vida de todos. Philippe Lemesley y su esposa se separan, su relación no ha resistido a las presiones del trabajo.

Tras décadas como alto directivo en grupo industrial, Philippe ya no sabe cómo responder a las demandas incoherentes de su compañía. Llega el momento en el que tiene que hacer balance, y decidir el sentido de su vida.

La empresas que devoró los sueños

El formidable director Stéphane Brizé cierra su trilogía sobre el mundo laboral con Un nuevo mundo, un drama que nos atrapa de forma hipnótica desde la primera secuencia: un relato que muestra como un matrimonio a punto de divorciarse se despelleja en público, monetizando sus vivencias como única vía para recordar todo aquello que habían disfrutado juntos.

Lo hace acompañado de su actor fetiche hasta la fecha, Vicent Lindon, el cual lo ha también participa en las anteriores La ley del mercado y En guerra.

Vincent Lindon, se echa el peso de la película, regalando una clase de interpretación continua, con una mirada que se va perdiendo con el acontecer de los hechos.

Planos largos acompasados por la magia de la música de Camille Rocailleux, la cual nos va sumergiendo a golpes de in crescendo en un drama asfixiante; nos transportan hasta la psique de los personajes, arrollados por las circunstancias que se van sucediendo.

Desde luego, una tabla de salvación y reafirmación para aquellos que hace tiempo decidimos apostar todo al tiempo y no al dinero, porque ser un ingeniero de alto nivel en una ingente multinacional parece ser de todo menos agradable.

Sí, estos puestos nos colman de miles de euros la cuenta corriente, engordando de forma proporcional los metros cuadrados de nuestras viviendas, que eso sí, permanecen vacías e inalterables la mayor parte del tiempo pues no hay nadie que las habite.

Planos interesantes, silenciosos, de larga duración, que acometen las dos tramas —familiar y empresarial— como si de un documental se tratara. Rebuscando las grietas que resquebrajan la vida de este matrimonio y su hijo. Aportando un ingrediente de hiperrealidad que tan bien sienta a cualquier producción francesa.

Un guion directo, sin subterfugios, directo al pecho. No hacen falta grandes alardes ni tramas rebuscadas para proponer una historia sólida, algo típico del cine francés que sigue empeñado en demostrar que ningún otro país lo supera a la hora de contar historias humanas. No sé cómo será formar parte de las altas esferas de una multinacional, pero debe ser algo muy parecido a lo que nos propone Brizé.

En Un nuevo mundo, la cámara pasa por delante de los rostros de los protagonistas, distante, como el que no quiere la cosa, para que el espectador pueda escrutar —sin ser juzgado— el comportamiento de los personajes. La locura como una amenaza latente dispuesta a manifestarse en cualquier momento, siempre y cuando los personajes sigan dispuestos a no digerir las emociones que el trabajo les impide masticar de forma pausada y sana.

Seremos nosotros los que tendremos que sacar las conclusiones de cada uno de ellos, prever lo que sucederá a continuación o descubrir despavoridos como los acontecimientos se van desencadenando.

Es el caso de una conversación con el hijo menor, en la que poco a poco vamos asistiendo al despertar de una locura que lo lleva a inventar historias disparatadas y megalómanas con el representante máximo de esas corporaciones desalmadas: Mark Zuckerberg. Multinacionales que bien podrían haber salido de la serie Mr. Robot y su apocalíptica —pero plausible— Evil Corp.

Perdurará en mi memoria otra escena: la que observamos como el protagonista Philippe Lemesley (Vincent Lindon) se quiebra en mil pedazos silenciosos cuando se ve forzado a vender la casa de sus sueños. Una situación que recuerda a la fractura que sufre Adam Driver en la imprescindible Historia de un matrimonio, durante la trágica discusión con Scarlett Johansson, la que hasta ese momento era su pareja en la ficción.

Y es que Un nuevo mundo nos cuenta, no sin cierta dosis de moralina, como después de caer a lo más bajo del abismo solo queda mejorar y reinventarse, una sensación agridulce que se desprende de la última escena, la cual nos regala un final abierto con cierto halo de esperanza.

Tráiler de Un nuevo mundo

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