Final de la serie Peaky Blinders: todo lo que necesitas saber

Llegó el día. El pasado domingo 10 de abril se emitió el final de Peaky Blinders, que dice adiós con el sexto episodio de la temporada 6, titulado Locke and Key.

Una vez concluida la emisión en la BBC, la última temporada se emitirá al completo con sus seis episodios el 10 de junio, a través de la plataforma Netflix.

La película de Peaky Blinders

¿Final definitivo? Tranquilos, como muchos ya sabréis la BBC va a producir una película de Peaky Blinders que servirá de epílogo de la serie, el cual sucederá unos años después de lo visto en el último episodio y en el que su creador, Steven Knight, ya está trabajando.

Aunque el grueso de todas las tramas ha sido cerrado, este epílogo —el cual será presentado en un revolucionario formato de película— servirá para contarnos qué sucede con todos los personajes.

Lo que parece seguro es que Steven Knight (creador también de las imprescindibles See y Taboo) centrará la película en plena II Guerra Mundial, y tendrá qué ver con Tommy Shelby.

Nuestro prota parece haber encontrado un camino hacia la redención, especialmente tras la muerte de un montón de seres queridos (con especial importancia de Polly y Rubi) y enfrentarse a la muerte debido al falso pronóstico que un médico había emitido para socavar la voluntad de Tommy.

Episodio final de Peaky Blinders 6×06

El final de Peaky Blinders nos ha dejado con un episodio final sobresaliente, a la altura de la adrenalina que nos contagió la última temporada.

Para analizar el desenlace de Peaky Blinders, tenemos que considerar dos elementos fundamentales.

Por un lado, Tommy perdona la vida en el último instante al doctor que colaboraba con los nazis y que emitió un falso diagnóstico para hacer creer que Tommy tenía un tumor incurable.

La idea de que solo Tommy puede vencer (mediante el suicidio) al propio Tommy es muy poderosa. Además, consigue evitar el final que parecía intuirse: el jefe de los Blinders se muere por un maldito tumor, algo que me hubiera dejado muy insatisfecho.

Las campanadas a las 11 en punto, marcan para Tommy el comienzo de un alto el fuego. El comienzo de una nueva vida. Quizás las 12, que sí que marcan el final del día, sean una referencia a esa película que ahora todos esperamos con más ganas si cabe.

Por otro lado, en la última escena, Tommy llega a su carruaje. Este ha sido incendiado por el mayordomo del médico simpatizante del partido nazi. Es una escena interesante porque Tommy observa la acción, cabalga hacia él, pero en el último instante decide cesar el galope para dejarlo marchar.

El carruaje con las pertenencias más importantes de Tommy (retratos de sus esposas, de sus hijos, su anillo de boda, etc.) está siendo consumido por las llamas. Desde luego, el cabecilla de los Blinders decide que esos recuerdos sean pasto de las llamas para comenzar una nueva vida. Una imagen que apunta a esa posible vía de redención para el personaje.

En la última escena, Tommy a lomos de su caballo blanco, cierra el círculo de la serie, la cual comenzaba con el protagonista a lomos de otro caballo, esta vez de color negro. Una imagen clara del camino que ha recorrido Tommy.

No en vano, Tommy ya había dejado en orden todos sus asuntos ante la posibilidad de que muriera a causa de ese, a la postre, falso tumor. Es una oportunidad única para retirarse y emprender una nueva vía legal para sus negocios.

Posiblemente, el gran cabo suelto que nos deja el último episodio de Peaky Blinders es el paradero de los que posiblemente hayan sido los peores enemigos de los Shelby: los nazis Mosley y su esposa Diana Mitford.

Así que en la película, es de esperar ver la última gran batalla entre Tommy y Arthur contra esta pareja. Algo así como una oportunidad de verdadera redención para Tommy, el cual se enfrentaría, nada más y nada menos, que al Tercer Reich, la mayor amenaza que ha sufrido Europa.

Análisis de la temporada 6 de Peaky Blinders: luces y sombras

La temporada final de Peaky Blinders se ha ido cocinando a fuego lento. Ha ido claramente de menos a más. Posiblemente haya que tener en cuenta los problemas de producción debidos a la pandemia y a la trágica muerte de la actriz que encarnaba a Polly.

En cualquier caso, los primeros episodios solo han servido para ahondar en la caída a los infiernos de Tommy Shelby y de Arthur. No ha sido, por tanto, la mejor temporada de la serie ni mucho menos, tiene muchos momentos inservibles e innecesarios.

Se ha desaprovechado el potencial de personajes como Michael Gray (al que finalmente vence Tommy en la isla de Canadá y el episodio de la bomba).

Pero, especialmente, el de personajes como Gina Grey: con toda una Anya Taylor-Joy a la que solo se le ha sacado partido para inmortalizarla en algunas escenas en las que giraba el rostro y miraba a cámara con esa mirada tan cautivadora, más propia de una estrella de Hollywood de los años cincuenta, pero poco más.

O el personaje de Alfie Solomon (Tom Hardy) que seguro habría podido dar mucho más juego, al juzgar por esa maravillosa y brillante conversación que ambos mantienen en el último episodio, en una taberna arrasada por la bomba. Tommy y Alfie siempre serán enemigos íntimos.

Y por último, se ha desaprovechado el fichaje de relumbrón de Stephen Graham (Condena, Hierve) al que solo hemos visto como un capataz que roba opio a los Peaky Blinders y ayuda a Arthur con sus problemas de drogadicción.

El personaje parecía que iba a tener mucha más importancia y finalmente se ha quedado en nada, siendo realmente Tommy el que consigue desenganchar a Arthur de los problemas con el opio, así que no sabemos muy bien para qué ha servido el personaje y su correspondiente trama.

La temporada ha profundizado demasiado en los problemas matrimoniales entre Tommy y Lizzy, un personaje que se ha vuelto casi insoportable, y que repentinamente parecía no saber quién narices era Tommy cuando se casó con él. Una relación que ha ocupado demasiado metraje en esta sexta temporada, a la que le ha faltado acción a raudales.

Resulta destacable en el último episodio (el único que merece la pena de toda la temporada) la escabechina en las puertas de la taberna regentada por los Peaky Blinders. Arthur acaba con la vida de los simpatizantes del IRA que fueron los máximos responsables de la muerte de Polly. Una escena que recuerda a las grandes películas de espías como El tercer hombre o La cortina rasgada.

Pese a todo, la sexta temporada de Peaky Blinders termina con un gran episodio final, el cual permite ver cómo Tommy traza su último plan maestro para deshacerse de todos sus enemigos.

Esto resulta ser algo poco habitual en este tipo de series, normalmente los protagonistas (que en este caso son los malos, no nos engañemos) casi siempre salen mal parados por una búsqueda de expiación de sus pecados, fruto de guiones cargados de moralina que ya no interesan a nadie.

Lo habitual suele ser lo siguiente: Tommy Shelby es un gánster despreciable y por ello al final debe morir o debe ser derrotado por sus enemigos. Pero en este caso no. Al cuerno: ¡Estos son los jodidos Peaky Blinders!

No te pierdas nuestra crítica de toda la serie en esta noticia anterior: Crítica sin spoilers de Peaky Blinders.

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