Vuelven las navajas y las escopetas a la pequeña pantalla con Libertad, de Movistar+
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No es difícil darse cuenta de la complejidad de rodaje y la abultada producción que ha debido tener esta serie-film que se ha marcado Urbizu y Movistar+. Factores que deben llevar a Libertad a postularse como candidata para varios premios el próximo año.
Fotografía, montaje, producción, vestuario o maquillaje entraran seguro en todas las quinielas de 2021. Sin embargo, el mérito de esta serie es arriesgar una considerable suma de dinero en lanzar estas historias al gran público.
‘Estas historias se tienen que contar para recordarse y entenderse’
Un género al que no todos están acostumbrados y que no se pasea asiduamente por alfombras rojas, pero Enrique Urbizu (No habrá paz para los malvados, Gigantes) ha sabido darle el toque maestro.
Ha realizado lo que probablemente estaba destinado para él, lo que probablemente estaba deseando hacer. Se nota cuando se pone toda la carne en el asador, pero también cuando el estilo personal se impone en un trabajo cinematográfico.
‘Mi destino es la navaja, mi amante la lunA, la noche mi único sol’
Urbizu cabalga con su talento fotográfico y escenógrafo por la serranías y desfiladeros castellanos, para dar entorno y ambiente a una historia de bandoleros con una peculiar atmósfera.
La suciedad y la brutalidad del director se entremezclan con una poética y sutil narrativa shakesperiana. Entre tanta lucha por si las series derrocarán o no al cine, aparece esta propuesta de Enrique Urbizu que juega a dos bandas.
Y es que entre bandos anda el juego. El Lagartijo, el Aceituno, y el Gobernador orbitan alrededor de La Llanera (la cantante Bebe, que nace en este mundo con un pan debajo del brazo) mientras se buscan a sí mismos cual espagueti western de Sergio Leone.
Hay que ser justos: Bebe está correcta. Sin alardes ni grandiosas revelaciones. Hace lo que debe y lo que le piden. Y con ella transportan ese alegato feminista atemporal encajado con matices y orden en la estructura de la trama.
‘Me han hecho creer que esto es de todos, pero es solo mío’
Isak Férriz, Jason Fernández, Xabier Deive, Jorge Suquet, Sofía Oria, Luis Callejo, Pedro Casablanc, Manolo Caro, Ginés García Millán, José Sospedra protagonizan un nutrido reparto actoral que acompaña esta enmienda y persecución que acaba como debe acabar: Con sangre.
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El texto lo firman Miguel Barros y Michel Gaztambide, sinónimos de garantía dialéctica y narrativa de calidad. Si bien la lectura del guion es paciente, sin excesivos momentos álgidos o trepidantes, lo cierto es que en ningún momento dejan de pasar cosas. Pequeñas cosas que se ven aumentadas por un dramatismo musical perenne.
Cuesta no sentir arraigo patrio con ese acento y jerga sureña, ese carácter guerrillero y asilvestrado o esa pasión tan nuestra que desprende el guion y el carisma del elenco actoral. Nos trasladan con facilidad y más o menos intensidad a una época y a un lugar, quizás al mismo del que no hemos salido nunca.
Urbizu homenajea esa parte de la historia con la que no muchos se han atrevido en este noble arte del celuloide, además de volver a darle a Movistar+ otro motivo para ser la mejor plataforma en donde encontrar y ver series españolas.
Esa es la forma, pero en el fondo (con cierta o mucha denuncia política y social) nos habla de no pertenecer a nada y nadie, de igualdad y de fraternidad, y de eso que nunca sucede ni sucederá, la LIBERTAD.
