Series míticas de ayer y nunca: MacGyver

Series míticas de ayer y nunca: MacGyver

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MacGyver: Con cinta aislante y silicona, todo lo soluciona

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Una sección fresca y diferente en la que recuperamos series míticas con las que hemos crecido y que quizá encerraban algo más de trasfondo de lo que pensábamos, o quizás solo fuese casualidad, ya sabéis aquello de que incluso un reloj roto da la hora correcta dos veces al día.

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Antes de entrar en profundidad en la materia, todos los que vimos y fantaseamos con esta serie deberíamos reconocer que hemos destrozado varios aparatos y mobiliario de nuestros padres por su culpa. Yo recuerdo una vez que casi meto fuego a la cocina, y eso que seguí a rajatabla el diseño de construcción del lanzallamas que fabricó en uno de los capítulos el bueno de MacGyver. No sé qué pudo salir mal.

Puestos a reconocer, deberíamos admitir que en alguna intro, sino en todas, repetimos al unísono con la voz en off aquello de ¡MacGyver!, justo después de la explosión. Es lo que tienen las intros pegadizas. En esta sección ya hemos hablado de varias de ellas, como Baywatch, o Miami Vice  y las que quedan por llegar (ALF, El coche fantástico, El equipo A o Salvados por la campana)

Y es que si algo determina el éxito y la nostalgia que desprenden estas series es sin duda el inolvidable recuerdo que dejan sus intros en nosotros. Son como máquinas del tiempo que nos transportan a una época en la que éramos inmensamente felices e inocentes delante de un televisor, el cual sin duda servía para unir a toda la familia en una misma habitación, vibrando y emocionándose con las aventuras y desventuras de un tipo que hizo mucho por las ventas de navajas suizas y cerillas en el mundo. Así como dotar a los clips, mecheros y chicles de un nuevo uso.

‘Tienes más peligro que MacGyver en un desguace’.

Frases míticas de los 80 y 90 tenemos unas cuantas, pero se sabe que eres un mito forever cuando usan tu nombre para crear alguna de ellas. (No te enrolles) Charles Boyer, Stevie (efectivi) Wonder, (La cagaste) Burt Lancaster o MacGyver pasarán a la historia no sólo por su excelso trabajos, sino por esas frases paródicas que inspiraron sus nombres y que se nos escapan de vez en cuando en público para rubor de nuestros hijos.

Pero, ¿de qué va realmente MacGyver? Si nos vamos a la teórica descripción del argumento encontramos que se trata de una trama que gira en torno a las misiones que realiza el agente Angus MacGyver para distintas instituciones, sobre todo para la Fundación Phoenix, resolviendo todos los problemas que se le plantean gracias a su gran inteligencia, sus altos conocimientos académicos en ciencias e ingeniería y su habilidad para la construcción de herramientas con elementos cotidianos de su entorno.

¡Ja! Me río yo de esa simplona y reducida sinopsis. Eso le parecerá a a quellos que no sepan leer entre líneas, y yo, que procuro ver más allá de mi nariz (y no es que la tenga pequeña precisamente. La nariz, digo), voy a explicaros el trasfondo real de MacGyver.
Puede que ahora no, puede que mañana tampoco, pero alguna vez recordaréis estas palabras y diréis:

Víctor Mirete era un sabio, ¿cómo no nos dimos cuenta?

Pues bien, MacGyver no es ni más ni menos que un esperanzador melodrama que nos habla de la vida, de la importancia de los pequeños detalles, de cómo en situaciones de confinamiento podemos encontrar las herramientas precisas para sobrevivir y para escapar de ese encierro. Algo que hoy está de trágica actualidad. ¿Decidme si no ha habido, además de un arguiñano y un panadero, un MacGyver con nosotros en cada casa durante la cuarentena del coronavirus?

Además, a medida que se sumaban temporadas (7 en total y 139 episodios emitidos originalmente por la cadena de TV ABC), la preocupación de los guionistas por la sociedad eran cada vez más notables. las tramas comenzaban a desarrollar problemas más delicados y moralistas como el control de las armas de fuego en América o los problemas de la juventud de la época.

Problemas que hoy día siguen siendo un lastre en Norteamérica y posiblemente también en Vallecas.

De ahí que la idiosincrasia del personaje era no hacer uso de la violencia para resolver ninguna de sus misiones, ni tampoco portar armas. A excepción de una navaja del ejército suizo que se llama de apellido Victorinox, y en la jura de bandera del muchacho seeee la dió…. (Perdón me vine arriba con Los del Río)

Sus inventos, una de los buques insignia de la serie, nunca se usaban para matar o atacar, sino para defenderse o deshabilitar a su enemigo. Pero incidamos en una de la verdaderas claves del personaje. No, no son sus molonas gafas de aviador, que nada tienen que envidiar a las de Stallone en Cobra o las de Tom Cruise en Top Gun. No, lo que realmente marca la personalidad de MacGyver es ese pelazo que se gastaba el bueno de Richard Dean, el actor que lo encarnaba.

Con ese apellido es imposible no ser irresistiblemente atractivo. ¿Cuántos de nosotros fuimos a la peluquería exigiendo al barbero que nos dejase el pelo como él? Yo sí, y si pudiera lo volvería a hacer. Pero me vengo abajo siempre con el verano de Murcia y las indomables canas que ya empiezo a peinar.

Otro de los ingredientes más auténticos y más queridos por el público de la serie es sin duda su Jeep descapotable, el cual conducía a las mil maravillas, cual Fast and Fourius de los 80. Y es que, además de haber sido jugador de Hockey en Minnesota, MacGyver fue también piloto de carreras. En el capítulo 69 «COLLISION COURSE» hay flashbacks en los que aparece manejando autos de Fórmula 1 y de Indy.

El tipo lo tenía todo para enamorar. Un aire renegado y bohemio, una sonrisa perfecta, una percha atlética, una melena envidiable, una inteligencia holmesiana y un coche que vale para todo tipo de menesteres. El yerno perfecto, vamos.

Pero, a su lado, orbitaban otros cuantos personajes que siguiendo la tónica narrativa de otras series del estilo como El equipo A, o El coche fantástico, completaban las historias y misiones del muchacho. Así, encontramos a Pete Thornton (Dana Elcar), que es el jefe y su mejor amigo; a Jack Dalton (Bruce McGill), aviador y viejo amigo de MacGyver con cierta debilidad por el dinero fácil; a Murdoc (Michael Des Barres), Es el archienemigo de MacGyver; o Nikki Carpenter (Elyssa Davalos), compañera en la Fundación Phoenix.

Cabe mencionar también a Sean Angus Malloy (SAM) (Dalton James). Aparece únicamente en el último episodio de la serie. Es el hijo de MacGyver y Kate Malloy, una reportera que muere a manos de una general chino. Es en ese episodio en donde explican de alguna forma la procedencia del nombre MacGyver, ya que hasta el momento estaba envuelto en un extraño halo de misterio. Cada vez que le preguntaban al respecto respondía que no le gustaba y cambiaba de tema.

Salvo la serie de MacGyver, las secuelas en formato largometraje (Macgyver y el tesoro de la Atlántida, o MacGyver: Hacia el día del juicio final) y las películas de Stargate, el actor estadounidense Richard Dean ANderson no es mucho más conocido. Tampoco ha sido muy prolífico, pero su legado está más que justificado con ese entrañable y admirable maestro de la navaja suiza y las cerillas.

Porque todos sabemos que queremos olvidarnos del remake de 2016 en donde un muchacho con más melena que carisma quiso emular las peripecias de Macgyver en una película para el olvido. Algo sucede cuando intentan remasterizar estas series míticas y todo acaba yéndose al garete. Véase El coche fantástico, Baywatch, El equipo A (que medio se salva por el gran reparto de actores) y esta cutre versión de Macgyver.