Análisis sin spoilers del estreno de La línea invisible

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Héroe, mártir y asesino a la vez. Curioso.

serie la línea invisible

Es curioso también cómo la búsqueda de la identidad y la condición patria trae consigo, de algún modo, un quehacer imperialista. En su desarrollo, reivindicación y justa posee connotaciones sectarias, estructuras organizativas y arengas propagandísticas iguales a las que se utilizan en esos regímenes imperialistas que han jalonado la historia del ser humano.

‘Para cambiar las cosas hay que sacrificarlo todo.’

Esa es una parte de lo que nos enseña esta serie en la que Movistar+ nos traslada al origen de ETA.

Un estreno de temporada que tuvo lugar el pasado miércoles 8 de abril, en plena crisis del Covid-19, y que puso a disposición de los clientes de la plataforma la temporada completa de seis capítulos, cuyos dos primeros pudieron verse además en abierto para todo el mundo, cliente o no, a través del canal YouTube de Movistar: YouTube de Movistar.

Puedes leer más críticas de Víctor Mirete haciendo clic en el enlace.

‘A veces es bueno conocer el origen de las tragedias.’

Aunque empieza algo tibia, pronto va cogiendo forma y encontrando su personalidad, va conformando su atmósfera y su rigor. Mariano Barroso, que ya ha dirigido El día de mañana para Movistar+ y que fue el encargado de dar voz española al proyecto Criminal en Netflix, se ha hecho con los mandos de esta apuesta. Una ardua tarea la de contar algo que tanto escuece aún en nuestro país.

Para ello ha recurrido a una fotografía incisiva y cautivadora que va ganando enteros a medida que avanza la trama y, sobre todo, cuando la los actores dejan de seguir a la cámara y es esta quien les sigue a ellos. Es ahí donde la escena, la tensión argumental y la intensidad dramática se sitúan en el disparadero de un espectador que busca el lado más subversivo, acuciante y revelador de esta historia.

‘Los vascos estamos aquí miles de años, miles, y estamos a prueba de contagios.’

Pandemias aparte, esta historia nos sitúa en un momento de la historia en el que el partido independentista, abertzale, socialista y revolucionario tuvo que decidir entre luchar o hacer la guerra, entre la palabra o las armas.

Y es que, parafraseando el título, existe una línea invisible que separa el luchar por la independencia o el hacer la guerra por ella. Esta serie es la historia de cómo y por qué ETA decidió hacer la guerra, decidió matar.

Nos guste o no, forma parte de nuestra historia; y lo francamente bueno que tiene esta producción española es que se intenta evadir continuamente del partidismo y el sensacionalismo barato. Trata de dar rigor y documentación a una realidad ineludible, posándose en la mente, cuerpo y alma de quienes la cuentan, de quienes la llevaron a cabo y de quienes la sufrieron.

‘Cuando ETA eligió matar.’

No es excesivamente detallada ni profundiza con amplitud en todos los pormenores o personajes que tienen que ver con la creación del partido o los acontecimientos. Sin ser vilmente sesgado, es más bien un relato minimalista (6 episodios de 45 minutos máximo)  y conciso, pero que goza de una narrativa y cronología bien hilvanada que en todo momento nos va instalando el peligro en el cuerpo.

Mariano Barroso va jugando con el guión, el montaje y la música para entregarnos una sensación reparatoria que acabará detonando sin remedio alguno. Una idea que acaba desembocando en una estructura y lenguaje visual idéntico al thriller, lo cual es tremendamente acertado para contar una historia cuyo final ya sabemos todos.

Y luego están los actores y actrices que conforman La línea invisible. Fabulosos y fabulosas. Todos ellos y ellas encajados e identificados abrasivamente con sus personajes. Antonio de la Torre y Asier Etxeandía son siempre garantes de éxito total; pero qué duda cabe, Alex Monner, Anna Castillo, Patrick Criado o Enric Auquer están a la altura de lo que se les pide. Este último ha pasado de ser el mejor actor revelación en los pasados Premios Goya, a parecer que lleva cuarenta años delante de las cámaras.

Así pues, con todos estos mimbres, solo resta afirmar que Movistar+ sigue siendo la apuesta más segura para disfrutar de series españolas. En su haber cuenta con, para mí, cuatro de las cinco mejores series nacionales de toda la historia: Crematorio (Canal+), Gigantes, Hierro y En el corredor de la muerte. Raro será que esta línea invisible no acabe dentro de esa quinta.

Tráiler serie La línea invisible

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5 COMENTARIOS

  1. Mariano Barroso, aparte de documentarse sobre ETA, podría haberlo hecho sobre la historia del automóvil español: el Seat 1430 nació en 1969, por lo que en 1968 no exitía: en la serie aparecen, al menos, dos. Y, ya colmo de la irrisión, el mismo 1430 azul que se cruza con los asesinos de Melitón Manzanas en la calle del domicilio de éste aparece aparcado delante del coche de los asesinos cuando estos inician su fuga. Errores de documentación y de raccord imperdonables. Amén de las veces que se repiten los mismos coches circulando, etc. más el Renault 8 de la huida final lleva intermitentes de los R-8 de cinco años después (1973).

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