Análisis y primeras impresiones de la serie Selfie

El pasado martes 30 de Septiembre la cadena norteamericana ABC estrenó una de sus comedias más esperadas, Selfie.

La serie que había despertado mucha curiosidad durante este verano tenía dos protagonistas fuertes Karen Gillan (Doctor Who) y John Cho (Sleepy Hollow), sin embargo la audiencia no ha respondido como se suponía y la serie apenas superó los 5,3 millones de espectadores, no sabemos si por que el piloto se filtró este verano o por que no ha sabido llamar la atención del público.

La serie está creada por Emily Kapnek una de las productoras consultivas de Parks and Recreation.

Selfie narra la historia de Eliza Dooley (Karen Gillan) una joven que tras sufrir una infancia de vejaciones por su aspecto físico decide dar un giro radical en su físico y en su vida convirtiéndose en la reina de las redes sociales. Eliza vive para twitter, instagram y facebook hasta que tras un incidente con un hombre se vuelve el blanco de todas las críticas y descubre que a pesar de tener cientos de amigos en las redes sociales no tiene ninguno en la realidad.

Eliza decide entonces que debe hacer algo para cambiar y tener amigos de verdad. Es aquí donde entra Henry (John Cho) que trabaja en marketing e imagen en la misma empresa que Eliza. Henry es justo todo lo contrario a Eliza, adicto al trabajo, un poco antisocial y contrario a todo este boom de la vida online. A pesar de sus reticencias Henry decidirá ayudar a Eliza a cambio de que esta le acompañe a la boda de la hija del jefe.

El casting principal

Karen Gillan no da lo mejor de sí en este papel. Si buscáis a la chica que os enamoró como Amy Pond en Doctor Who olvidadlo, por no tener no tiene ni siquiera su acento escocés (supongo que por exigencias del guión, aunque a mi me da mucha pena). La actriz merece mucho más y no termina de encajar en su papel protagonista, sin embargo es cierto que es de lo mejor de la serie.

Por otro lado John Cho está más que bien en su papel, para muchos incluso mejor que Karen, clava su papel a la perfección.

La química entre los dos acaba de arrancar y parece que puede funcionar y será aquí donde la serie debe agarrarse si quiere durar algo más de una temporada.

Las secundarias

Y es que el episodio piloto no se ha caracterizado por ser una risa continua pero mis risas han sido con las secundarias de la comedia.

Por un lado tenemos a la vecina de Eliza, Bryn (Allyn Rachel) que junto a sus amigas del club de lectura ayudarán a la protagonista a dar un cambio a su imagen para la boda a un estilo más sobrio y elegante del que está acostumbrada (a ritmo de Lady Gaga con ukelele incluido).

Bryn es la típica chica hipster tal y como la conocemos (gafas de pasta también incluidas) y aunque al principio parece que Eliza no la soporta, al final no se llevan tan mal.

Por otra parte la recepcionista de la empresa, Charmonique (Da’vine Joy Randolph), gracias a la cual podremos ver los primeros avances de Eliza en su nueva forma de ser y como empieza a preocuparse de alguien que no sea ella misma.

En definitiva…

Admito que empecé a ver esta comedia porque la idea me parecía innovadora, la crítica al mundo digitalizado en el que hoy vivimos hoy en día era muy explotable y los protagonistas me llamaban, pero la serie no ha sabido calar en mí. La crítica a ese mundo virtual parece todavía muy sutil y en algunos momentos puede que parezca tener una trama previsible.

Sin embargo le doy un voto de confianza, que solo llevamos el piloto. La serie tiene potencial, solo que no está aprovechado, pero si encuentra su línea puede hacerse un hueco. Eso sí, debe hacerlo rápido porque ya se rumorea la cancelación.