Analizamos el final de Dexter en la temporada 8, su última temporada

Con el huracán mediático del final de Breaking Bad, todavía no había tenido tiempo de sentarme y reflexionar sobre el final de la serie Dexter, una de las series más importantes de los últimos años.

Al igual que me ocurrió con series como Perdidos, The Shield, Spartacus o recientemente Breaking Bad, un vacío desolador se apodera de mí cuando se termina una serie del calibre de Dexter. Han sido muchos años frente al televisor siguiendo al forense por las calles de Mami, y en esos momentos me acuerdo de la gente con la que he visto la serie, las tertulias con los amigos o los buenos momentos que me ha hecho pasar.

Aunque entrando ya en materia, Dexter hacía mucho tiempo que había terminado para mí, lo hico con el final de la cuarta temporada de Dexter, uno de los momentos más impactantes de la historia de la televisión que quedará marcado en las retinas de toda una generación de espectadores. Después de eso, la serie entro en una caída libre argumental y de calidad de la que no supo recuperarse.

Y es que si a mitad de la serie, llegas al momento culmen, después sólo te queda bajar y bajar hasta unos límites tan profundos que la serie se convirtió en una caricatura de sí misma, atrapada en una prisión estructural demasiado poderosa para dejar indemne a nadie. Una suerte de procedimental por entregas, en la que cada temporada era una copia exacta de la anterior con unas leves variantes.

A saber, Dexter conoce a alguien malvado, con el que se siente identificado, pero al que finalmente debe matar porque pone en riesgo su tapadera sentimental. Además en las últimas temporadas, Dexter se enamora de la primera que pasa, algo que nos habían dicho que era imposible.

dexter mirada en la cancion de presentacion

El final de una época quedó evidente con la quinta temporada, la peor de todas, y con la aparición de Lumen -el personaje más insulso de toda la serie- de la que se enamora incomprensiblemente, cuando el cuerpo de Rita «su compañera de fatigas» estaba casi todavía caliente ¿Quién se lo cree? ¿Dónde está la rigurosidad con uno de los personajes más complejos, misteriosos y atrayentes de la historia de la televisión?

 

Las razones son claras, las cuatro primeras temporadas de Dexter estuvieron basadas casi punto por punto, en el libro original en el que se basaron los creadores de la serie Darkly Dreaming Dexter de Jeff Lindsay y en otros relatos cortos escritos por Stpehen R. Pastore amigo personal y colaborador de Lindsay. Es decir, en el momento en que la serie tuvo que tirar de ingenio y de historias propias se vino a bajo: con incoherencias argumentales, personajes secundarios desdibujados, fagocitados por un Dexter irreconocible que deambulaba por la serie, mientras el espectador se preguntaba cuán alto podía haber llegado esta historia.

Lo que supuso esta serie con su estreno fue toda una revoución, haciendo saltar por los aires los cimientos de la narrativa tradicional. Por primera vez en la historia el espectador se siente atraído por un personaje que no le conviene, poniéndose de parte del malo, no nos engañemos Dexter es un psicópata asesino. Y eso hizo que la serie fuera todo un acontecimiento catódico.

enemigos de dexter

Recuerdo que lo que más me gustaba de la serie, y lo que más me hacía reflexionar por otro lado, era esa atracción que el «oscuro pasajero de Dexter» provocaba en mí, quería saber más de él y me sentía en muchas ocasiones identificado con su forma de ver las cosas ¿Quién no se ha sentido muchas veces distanciado de una sociedad a la que has mirado con recelo? ¿Quién no ha interpretado un papel alguna vez para encajar en algún sitio encubriendo tus verdaderas intenciones? Como decía la doctora Chase Meridian (Nicole Kidman en Batman Forever) «todos llevamos una máscara».

Pero el oscuro pasajero murió junto con Dexter -y junto con Rita- al final de la cuarta temporada y nunca más se supo de él. Cierto es que el resto de temporadas tuvieron algunos personajes excelentes como el Hermano Mozón, el malvado religioso Travis Marshall (interpretado por Colin Hanks, hijo del actor Tom Hanks) , el soberbio Isaak Sirko (Ray Stevenson) o en esta temporada, la siempre brillante y descomunal Charlotte Rampling (Doctora Vogel) pero la serie era más de lo mismo y no supo o no quiso arriesgar en explorar otros vértices del mismo prisma.

osuro pasajero de dexter

Salvo algunos momentos memorables como cuando Debra descubre al verdadero Dexter o la muerte de Laguerta a manos de Debra (uno de los momentos más sobresalientes y arriesgados de la serie) todo lo demás es sólo humo, un engaño al espectador que seguía aferrado al ideal de Dexter de las primeras temporadas.

 

El episodio final de Dexter

La temporada final de Dexter,  pero sobre todo el episodio final, ha estado vacío de carga sentimental, el único resquicio de emotividad, lo ponía el propio espectador cuando episodio tras episodio, sentía el dolor de saber que al final tendría que despedirse de uno de sus personajes favoritos, pero poco más…

Ni siquiera el inesperado disparo de Debra fue tratado con calidad, el disparo fue sorprendente sí, y nos tuvo con el corazón en un puño durante unos segundos, pero luego aparece en el hospital vivita y coleando para que después a mitad de episodio se complique y quede en estado de coma, un giro dramático que podría haber hecho que ese final fuese recordado para siempre, como el inesperado final de Rita, pero no, en lugar de eso la serie dio vueltas y más vueltas sin saber muy bien donde quería llegar.

Y qué de un final en el que la policía persigue a Dexter durante toda la temporada, como ocurrió en la segunda temporada con el descubrimiento del «Carnicero de la Bahía«, eso sí que nos hubiera puesto taquicárdicos.

El final fue ese, sí, pero con la sensación subyacente de que podría haber sido otro cualquiera, no es algo lógico y no sigue un proceso argumental inteligente, como sí hemos podido ver en el final de The Shiel o Breaking Bad, sino que más bien es un insulto a la inteligencia del espectador.dexter y debra tomando cerveza

Sólo destacar, otro momento arriesgado capaz de levantar al espectador de su sillón y sólo por esto digno de aplauso, cuando Dexter decide desenchufar a Debra y acabar con su vida, arrojándola por la borda de su barco, Debra se convierte así, de forma demasiado explícita, en otra víctima, la más importante, de Dexter, algo que ya era evidente en las últimas temporadas de la serie, en la que hemos visto a un personaje perdido, sin rumbo, protagonizando su particular descenso a los infiernos. Sea como sea, fue una muy buena escena.

Para terminar, la polémica escena final en la que Dexter parece que tiene el valor de suicidarse, pero al que finalmente encontramos vivo, alejado de todos (incluidos su reciente amor Hannah -creíamos que Dexter no podía amar a nadie- y su único amor lógico y comprensible, su hijo Harrison) como un hermitaño leñador.

A partir de aquí todas las lecturas son buenas… porque los responsables de la serie no se atreven ni a cerrar un final que se les había ido de las manos desde hacía mucho tiempo, dejando un final abierto que parece no dejar contento a nadie.

Para mí, el final es un evidente castigo a Dexter que queda encerrado en un mundo que odia y que le es adverso, encerrado en una cabaña con todos sus monstruos y delirios dentro. Dejando de manifiesto que su oscuro pasajero psico-killer sigue presente y del que nunca se podrá separar. Sobre todo la última escena de la serie, en la que volvemos a ver esa mirada gélida y terrorífica del protagonista (la misma que veíamos cada día al final de la canción de la presentación cuando termina de ponerse la camiseta blanca).

Dexter paga de esta manera por todos sus pecados y sólo podemos pensar que le espera una vida llena de asesinatos sin el ancla de sus seres queridos, que lo atan a la realidad.

Esperemos que esta última escena, no signifique que los responsables de la serie se guardan un as en la manga para continuar con la serie dentro de unos años, cuando la necesidad económica les apremie a volver a sacar una carta ganadora que ni siquiera ellos saben jugar.

Es tan triste desprenderte de una serie como Dexter, siempre tendré en mi recuerdo el Dexter de las primeras temporadas que evocaba en mí tantos sentimientos encontrados. Ya lo dijo el propio autor del libro en el que se basaba la serie, Jef Lindsay, refiriéndose al Dexter de las 4 últimas temporadas: «Éste, no es el Dexter que yo había inventado…»

¿Qué te ha parecido el final de la serie? ¿Cómo la hubieras terminado tú?

ultima escena de la serie dexter

 

 

 

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6 COMENTARIOS

  1. Se me genera un automático cada vez que llego al final de una serie que me haya atrapado: entrar a tu blog y leer tus artículos. Una vez más, acá estoy. Esta vez: Dexter. Qué decir. Creo que esta vez buscaba que alguna de tus palabras le dieran sentido al final de las casi 96 horas que pasé sentada frente a la pantalla, algunas con los nervios de punta, otras con carilinas en la mano y lágrimas en las mejillas, otras boquiabierta, otras mirando para abajo y revisando Facebook desde mi celular.
    Concuerdo completamente con que la serie debería haber terminado en la temporada 4. Ser una espectadora más de Game of Thrones hace que las muertes de muchas series sean «una más» y no me muevan ni un pelo. Pero la inesperada muerte de Rita hizo que se me movilizara todo hasta lagrimear. Entonces, le puse todas las fichas a lo que venía. Una serie que me hace sentir, es una serie que vale la pena. Pero con el paso de los episodios, creo que lo único que me mantenía pegada a estos millones de píxeles era la esperanza de llegar a una escena que me deslumbrara como aquella de Rita. Y esa esperanza la tuve hasta cuando el marcador me decía que el capítulo final de la octava temporada terminaba en 58 segundos. Me despidió Dexter con esa mirada glacial que describís más arriba, y me dejó un vacío terrible en un montón de aspectos de la serie.
    Entonces acá estoy, leyendo tu artículo para convencerme de que sí valieron la pena todas estas horas. Si bien estoy en desacuerdo con un montón de decisiones que tomaron los creadores, como ese inexplicable enamoramiento repentino Dexter y Hanna (la odio, con todas mis fuerzas), siempre habían escenas que daban un tinte de esperanza y nos hacían creer que la serie iba a remontar y ser tan buena como al principio.
    Si me pidieran puntuarla, no sabría que decír. Porque fue excelente y decepcionante a la vez. «A bittersweet symphony».
    Me quedo con esto y le doy un cierre a ese rincón de mi cerebro seriófilo, que me lo pide:

    «Para mí, el final es un evidente castigo a Dexter que queda encerrado en un mundo que odia y que le es adverso, encerrado en una cabaña con todos sus monstruos y delirios dentro. Dejando de manifiesto que su oscuro pasajero psico-killer sigue presente y del que nunca se podrá separar. Sobre todo la última escena de la serie, en la que volvemos a ver esa mirada gélida y terrorífica del protagonista (la misma que veíamos cada día al final de la canción de la presentación cuando termina de ponerse la camiseta blanca).

    Dexter paga de esta manera por todos sus pecados y sólo podemos pensar que le espera una vida llena de asesinatos sin el ancla de sus seres queridos, que lo atan a la realidad.»

    Espero que no dejes de escribir con las ganas que lo hacés, y que tus palabras llenas de entusiasmo le sigan dando sentido a muchos finales!

    Un saludo enorme!!!

    Aylén MB

    • Muchísimas gracias Aylén, la verdad es que tras casi 7 años escribiendo en el blog hay momentos complicados, pero con comentarios como el tuyo uno siente la fuerza para seguir trabajando y escribiendo a diario. Muchas gracias de verdad, me han emocionado tus palabras! Sobre todo que disfrutes con mis artículos de opinión que son los más complicados pero también con los que más me apasiono y disfruto!! Mil gracias! 🙂

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