Análisis de los primeros episodios de la segunda temporada de Homeland

Showtime es uno de los pocos canales que se puede permitir el lujo de estrenar el mismo día (noche de los domingos en USA) dos de las mejores series del momento: Homeland y Dexter

Si bien es cierto que Dexter es una vieja gloria que ya ve cerca el momento del adiós, algo lógico sobre todo por el latente descenso de calidad de las últimas temporadas, Homeland es hoy por hoy la serie de moda en USA, la más galardonada y la que mejor reputación tiene entre la siempre mordaz crítica norteamericana.

Esta segunda temporada de Homeland ha sabido mantener el pulso y acallar a aquellos que esperaban un debilitiamiento de la serie tras una primera temporada arrolladora, brutal, impactante. De hecho, una vez que la serie presentó las tramas principales y ubicó a los personajes sobre la pista de baile durante los primeros compases de la primera temporada, la serie cuenta ya, en esta segunda temporada, con la libertad para inyectar un golpe de adrenalina en cada episodio, desde el arranque (2×01 The Smile) hasta lo que llevamos de serie.

Homeland ha roto la incertidumbre de la siemprecomplicada primera temporada y ya no tiene ningún tipo de atadura para avanzar y desarrollar una segunda temporada que está siendo brillante.

La agente Carrie (Clarie Danes) tras su particular viaje a los infiernos a través de su mente, empieza a encontrar acomodo en el mundo y comienza a reconstruir los pedazos de su triste vida, enfocada en su totalidad al trabajo. Se da cuenta que su trabajo lo es todo, su vida está carente de sentido y completamente vacía: sin amigos, sin pareja, sin relaciones, sin ningún hobby; parece que si le quitan el trabajo en Langley su única salida es el suicidio.

Por otro lado, su némesis en la historia, el sargento Nicholas Brody comienza a mostrar su verdadera cara y pocas dudas caben de cual es su leitmotiv y su motivación. Pero estamos en Homeland, y el espectador no se puede confiar por lo que ven sus ojos, por muchos asesinatos que cometa Brody o por muchas negociaciones que entable con el malo malísimo Abu Nazir.

Conforme avanza la segunda temporada de Homeland, nos damos cuenta de que el juego de espejos que la serie nos ha planteado desde el inicio de la serie, se complejiza más y más, convirtiéndose en un rompecabezas lleno de aristas donde las piezas cambian de posición continuamente para deleite del espectador, que no sabe que giro dará la trama, ni que consecuencias traerán las acciones de sus personajes principales, capaces de cualquier cosa por haber sido ideados como auténticas personas de carne y hueso, llenos de matices, miedos y confusiones.

¿Qué te parece la segunda temporada de Homeland? ¿Qué temporada te gusta más?

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2 COMENTARIOS

  1. Cada vez más adicto a esta magnífica serie. Le han sabido dar un giro interesante y sorpredente. La escena del interrogatorio a Brody es digna de Oscar, Globos de Oro (si se pudieran dar) y Emmys. Y el personaje de Saul me fascina. En cuanto Fox España sube el capítulo en VOS me acomodo en frente de la televisión y a disfrutar de 50 minutos increíbles. ¡Todo un lujo en la pequeña pantalla!

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